A lo largo de mi vida, he enfrentado momentos de gran vulnerabilidad y riesgo. Desde la adolescencia, he experimentado situaciones difíciles y dolorosas en mi entorno familiar. Como persona vulnerable, cada desafío se convirtió en una lección y en una fuente de fortaleza. Si alguna vez te has sentido sola o invisible, mi experiencia puede ofrecerte una guía en tu propio camino de superación.
Adolescencia llena de vulnerabilidad y riesgo
Al llegar a la adolescencia, cargada de inseguridades y con una baja autoestima, me sentía invisible. A veces me preguntaba si valía la pena estar en un entorno donde no me sentía ni vista ni valorada. En casa, mis intentos por expresar mi dolor pasaban desapercibidos, lo que incrementaba la situación de vulnerabilidad. Mi madre supervisaba mis estudios, pero todo era monótono y solo importaba que mis notas fueran buenas, sin importar cómo me sentía.
El impacto de las comparaciones en mi vulnerabilidad y riesgo emocional
Desde niña, mamá solía compararme con mi hermana, repitiendo: “¿Por qué no eres como tu hermana, inteligente?” Siempre debía ser como ella. Estas constantes comparaciones alimentaban la situación de vulnerabilidad y riesgo que sentía en mi autoestima. Mis fines de semana se llenaban de tareas del hogar, mientras mi hermana estaba exenta porque «estudiaba». Las desigualdades en casa me hicieron ver la necesidad de enfrentar esta vulnerabilidad pues siempre era etiquetada como la que no estudia entonces que aprenda a hacer las cosas de la casa.
Un respiro de la vulnerabilidad y el riesgo en casa
Encontré alivio en la casa de una tía, donde jugaba con mis primas y disfrutaba de un trato igualitario. En ese entorno de cariño, conocí a mi primer amor adolescente, quien me ayudó a construir confianza en mí misma a pesar de nuestra corta edad él si sabia lo que era la validación. Sin embargo, al regresar a casa, los conflictos se reactivaban, y con ellos aumentaba la vulnerabilidad y riesgo, ya que las mentiras y los malentendidos seguían frenando mi deseo de vivir libremente pues siempre inventaban a mamá sucesos que no pasaban con el fin de mantenerme castigada.
Universidad y la búsqueda de un camino fuera de la vulnerabilidad y riesgo familiar
Al entrar a la universidad, pensé que mi situación familiar mejoraría y que, al fin, habría igualdad de trato pues ya estaba estudiando como decia mamá. Sin embargo, las diferencias persistieron. Durante esta etapa, conocí a quien es hoy mi esposo. Su apoyo y confianza me dieron una nueva perspectiva para salir de esa situación de vulnerabilidad. El confiaba en mi y no hacía caso de las palabras mal intencionadas ni de la vida paralela que creaban injustamente. Juntos decidimos avanzar, enfrentando las adversidades que vinieran.
Enfrentar la maternidad en un contexto de vulnerabilidad y riesgo
A los 20 años, quedé embarazada. Aunque recibí comentarios negativos y personas cercanas me desaconsejaban seguir adelante, nunca lo dudé. Este fue el inicio de una nueva etapa, donde asumí con valentía mi decisión. Mi esposo y yo continuamos con nuestros estudios, enfrentando los retos diarios que aumentaban la vulnerabilidad y riesgo en nuestro entorno. A pesar de las adversidades, prometí a mi bebé desde su etapa de gestación que juntos saldríamos adelante pase lo que pase.
Matrimonio y compromiso en medio de la vulnerabilidad y riesgo
Al casarnos, aunque la situación familiar no mejoró pues mamá me castigó por salir embarazada entre uno de sus castigos era que la empleada del hogar que nos acompañaba en ese entonces no me podía ayudar en nada así llegara cansada de la universidad y gestando a mi bebe, no podíamos recibir regalos matrimoniales ni muestras de afecto de los entornos familiares porque estaba castigada. Mi padre una vez mas salía a defenderme y logro que su familia pueda hacerme un agazajo por mi matrimonio previa discusión con mamá pues estaba castigada. Recibimos críticas por nuestra juventud al casarnos con solo 20 años pero mi esposo y yo seguimos adelante, dedicándonos a nuestro hijo y a nuestras metas. Los momentos difíciles fortalecieron nuestro vínculo, y con el tiempo descubrimos que juntos podíamos superar cualquier obstáculo. La vulnerabilidad y el riesgo se transformaron en motivación para no rendirnos.
Graduación y el logro de una vida más allá de la vulnerabilidad y el riesgo
Después de años de esfuerzo, desvelos para estudiar y criar a nuestro bebe a la vez logramos graduarnos con nuestro hijo de 4 años. Esa experiencia de superación fue nuestra recompensa. La vulnerabilidad que rodeaba mi vida se convirtió en un recordatorio de mi capacidad para resistir y avanzar. Aprendí que, con perseverancia y el apoyo de quienes te quieren bien, es posible superar cualquier dificultad, alcanzando una vulnerabilidad auténtica que da fuerza.
Conclusión
Por mas oscura que sea la noche siempre amanece, no permitas que nadie intente apagar tu luz, brilla con amor y luz propia aunque renacer es un proceso ten la seguridad que todo pasa y trae enseñanzas y aprendizajes de vida que te fortalecen. Si te sientes identificada con alguna parte de mi historia, te invito a unirte al blog para seguir fortaleciéndonos y valorando nuestro proceso, pues todos con decisión y mucho valor podemos pasar de víctima a protagonista de nuestra propia historia.
Preguntas frecuentes
¿Qué significa vivir en un entorno de vulnerabilidad y riesgo?
Vivir en un entorno de vulnerabilidad implica enfrentar situaciones que afectan la estabilidad emocional y que pueden incrementar los desafíos en la vida diaria.
¿Cómo superar la vulnerabilidad y el riesgo en la adolescencia?
Superar la vulnerabilidad y el riesgo en la adolescencia requiere fortalecer la autoconfianza, encontrar redes de apoyo y entender que mereces un trato equitativo y respetuoso.
¿Qué papel juega la familia en la vulnerabilidad y el riesgo emocional?
La familia puede ser un apoyo o un factor de riesgo. En algunos casos, los conflictos familiares incrementan la vulnerabilidad emocional, lo que hace esencial construir una identidad propia y buscar relaciones de apoyo.
¿Cómo enfrenté la vulnerabilidad y riesgo siendo madre y estudiante?
Afronté la vulnerabilidad con el apoyo de mi esposo y el amor hacia mi hijo. A través de organización y determinación, pude avanzar en mi carrera mientras asumía la maternidad.