Empezar a superar traumas infantiles y entender su impacto en la vida adulta

Los traumas infantiles pueden repercutir en tus años posteriores de vida, pero también puedes superarlos si así lo decides. Crecí con tantas inseguridades emocionales, falta de amor propio, sumisión a solo acatar órdenes, invalidación y un sentimiento de no valer nada. Estas experiencias de mi infancia lamentablemente afectaron los primeros años de mi matrimonio y la crianza de mi primer hijo.

Para mí, el maltrato verbal y la humillación eran normales, ya que fueron parte de mis primeros años de vida. Mi esposo siempre fue una buena persona, pero el hecho de casarnos jóvenes, con solo 20 años, nos llevó a afrontar la inmadurez emocional y a cometer errores que hoy analizamos y de los que hemos aprendido.

Cómo superar traumas infantiles en el matrimonio y la familia

Mi esposo era muy unido a su madre, lo que generó varios roces familiares, pues él no reconocía plenamente su rol de esposo y padre. Al mismo tiempo, mi suegra tampoco asimilaba que él había formado su propia familia. Este mal entendimiento llevó a muchos conflictos, ya que mi esposo, por su falta de experiencia, solía apoyar a su madre, dejándonos a nuestro hijo y a mí enfrentarnos solos a esos problemas.

El impacto de los traumas infantiles en mis decisiones como madre

Con el tiempo, me di cuenta de que seguía soportando malos tratos y actitudes no adecuadas, esta vez provenientes de la familia de mi esposo. Creía que mantener unida a mi familia era lo mejor para mi hijo, sobrevalorando el rol de su padre y subestimándome a mí misma debido a las inseguridades que había arrastrado desde la infancia.

Al tratar de ocultar mi tristeza para proteger a mi hijo, él aún percibía mi estado emocional. Como se dice, si la madre está herida emocionalmente, su hijo también lo estará. Desde que supe que estaba embarazada, lo amé con toda mi alma, pero vivir con traumas infantiles en mi vida adulta me llevó, sin darme cuenta, a hacer que él también sintiera el dolor.

Aprender a validar mis emociones y cómo superar traumas infantiles con límites saludables

Con el tiempo, empecé a darme cuenta de la importancia de poner límites y de valorarme como persona. Aprendí que tener carácter no significa gritar o ofender, sino defender mi postura con respeto, dando a cada persona su lugar. Mis traumas infantiles me llevaron a no saber cómo hacer esto, y al sentirme emocionalmente menos importante que los demás, permitía faltas de respeto hacia mí.

La importancia de poner límites saludables

Estar siempre para todos y no poner límites me llevó a sentirme utilizada y emocionalmente agotada. Con el tiempo, me fui dando cuenta de que mi esposo y yo madurábamos juntos y corregíamos nuestros errores. Hoy, seguimos juntos, aprendiendo y afianzando nuestras fortalezas.

Superación de los traumas y amor propio

La llegada de mi segundo hijo trajo un nuevo reto. Justo en ese periodo de embarazo, perdí a mi padre, una persona que siempre fue mi guía. Esta pérdida me llenó de tristeza y afectó profundamente mi embarazo; me sumí en una etapa de profunda tristeza. Pero también supe que no podía rendirme: amaba profundamente a mis hijos y eso me dio la fuerza para avanzar y sacar adelante a mi segundo bebé pues tambien se vió afectado con mi profunda tristeza, intentaba estar contenta por él mismo pero era un sentimiento profundo de dolor y tristeza que me ganaba. Con el apoyo de mi esposo y el amor de mis hijos, logré salir de este dolor y comencé a entender la importancia de reconocer y sanar mis propias heridas.

Aprendí a poner límites, a priorizar el bienestar de mis hijos y el mío. Hoy sé que es necesario reconocer mi valor y mi lugar en el mundo. Me tomó años entender que mi historia y mis traumas no me definían, que podía ser fuerte y libre de las experiencias pasadas que me lastimaron.

Agradecer y aprender de las pruebas de la vida

Dicen que Dios pone las pruebas más grandes a sus soldados más valientes. Estas pruebas me enseñaron a ser una persona fuerte y a valorar mi vida. Hoy puedo decir que he sanado muchas heridas de mi pasado y que he encontrado el camino hacia el amor propio. He tenido conversaciones sinceras con mi hijo mayor, explicándole mis errores y demostrándole que, aunque he fallado en el pasado debido a mis traumas infantiles, siempre he buscado ser mejor para él y para su hermano pues desde mi dolor creia que estaba haciendo las cosas bien.

Si te identificas con alguna parte de esta historia o deseas seguir aprendiendo, te invito a seguir este blog. Juntos veremos que, si así te lo propones, puedes pasar de ser una víctima a convertirte en el protagonista de tu propia historia.

Preguntas Frecuentes

¿Es posible superar completamente los traumas infantiles?

Sí, aunque los traumas infantiles pueden dejar huellas profundas, es posible sanarlos y lograr una vida plena. Con ayuda profesional, autoconocimiento y el desarrollo de nuevas herramientas emocionales, muchas personas logran superar los efectos de estos traumas y vivir sin que los eventos del pasado definan su presente.

¿Qué efectos tienen los traumas infantiles en las relaciones adultas?

Los traumas infantiles pueden influir en nuestras relaciones adultas, haciéndonos más propensos a experimentar inseguridades, dependencias emocionales o dificultades para poner límites. Al trabajar en la sanación de estos traumas, podemos mejorar la calidad de nuestras relaciones, desarrollando vínculos más saludables y equilibrados.

¿Es necesario ir a terapia para superar los traumas de la infancia?

La terapia es una herramienta muy eficaz para abordar los traumas infantiles, ya que permite explorar y sanar emociones profundas con el apoyo de un profesional. Aunque algunas personas logran avanzar mediante el autoanálisis y el apoyo de seres queridos, la ayuda profesional puede acelerar el proceso y proporcionar estrategias efectivas para la sanación.

¿Cuánto tiempo se tarda en sanar un trauma infantil?

El tiempo necesario para superar un trauma infantil varía según la persona y la profundidad de sus experiencias. Para algunos, el proceso puede tomar meses, mientras que otros necesitan varios años de trabajo personal y terapia. La sanación es un camino único para cada individuo, y es importante respetar el propio ritmo en este proceso.